Independencia del Perú
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La independencia del Perú fue proclamada el 28 de julio de 1821, luego de que la Expedición Libertadora que había salido desde Chile desembarcara en Perú al mando de José de San Martín. Él fue el protagonista al encargarse de proclamar la independencia, y luego de ello establecer el primer protectorado que se basaba en el congreso constituyente de la nación. Aunque el proceso parecía largo, la independencia fue sinónimo de una ardua batalla en la que los próceres de la época pudieron salir ilesos.
Años antes de la independencia
Perú había permanecido bajo el mando de España, más que todo cuando llegó al poder el virrey José Fernando de Abascal. Al momento de su llegada, se encargó de enviar las tropas y el dinero suficiente para puntos clave en todo el territorio peruano, de esta manera podría tratar de evitar la insurrección, sin embargo, esta era un hecho inminente.
Desde 1810, casi 11 años antes de lograr la tan anhelada independencia, José Fernando se tuvo que enfrentar directamente a las insurrecciones que ocurrían, especialmente aquellas que pasaban a diario en el Alto Perú, conocido en la actualidad como Bolivia. Fue en ese momento que, Abascal se dio cuenta de lo que sucedía y decidió comunicarlo a la junta central.
De acuerdo a lo su opinión, todo esto estaba planificado desde Buenos Aires y ese complot independentista buscaba debilitar a toda la junta. Esto desencadenó que José tuviera una actitud o conducta más hostil de lo normal, aunque nunca dejó de ser diplomático.
A pesar de sus inconformidades con España, tuvo que admitir y aceptar la convocatoria para la elección de diputados el 24 de septiembre de 1810.
Elecciones y promesas
El virrey José Fernando de Abascal, estaba más que confiado en tales elecciones, ya que consideraba que contaba con el apoyo de los liberales peruanos, y también los españoles. A quienes en última instancia no les interesaba en lo absoluto que el pueblo tuviera el derecho al sufragio y a una representación política.
Antes de las elecciones, los liberales se encargaron de realizar promesas vacías, que de alguna manera llenaron de esperanza a los criollos. Sin embargo, luego de que salieran electos, estas promesas se las llevó el viento y los criollos comenzaron a atacar. Es importante aclarar que, nunca se sublevaron, debido a que temían que fueran reprimidos violentamente.
Luego, las revueltas indígenas parecían una excelente solución para atacar al virrey, no obstante, lo que hicieron fue atrasar aún más el proceso. Es así que la independencia no se le debe a ningún nativo del territorio peruano, sino a dos extranjeros con ansias de libertad, los cuales son: Simón Bolívar y José de San Martín.
La sociedad
No era un país tan poblado como las demás naciones para esa época, su población estaba compuesta de la siguiente forma: 5 de 100 eran blancos, 58 de 100 eran indígenas, 29 de 100 mestizos; y 8 de 100 negros, entre estos 4 de 100 eran libres y los otros esclavos.
Al existir tanta diferencia racial, se fue promoviendo aún más las diferencias sociales, lo que llevó a la jerarquización social y a que el pueblo se dividiera de acuerdo a las castas.
Es así que, la clase dominante o aquella que se encargaba de manejar la burocracia, estaba constituida por los blancos quienes eran los españoles y los criollos. Ellos crearon una nobleza rural, la cual era privilegiada, ya que contaban con la mayoría de los cargos públicos y del poder adquisitivo, debido a que, tenían a su poder toda la actividad económica.
Por otro lado, se encontraban los criollos liberales, su función dentro de la sociedad era la de realizar reivindicaciones sociales y jurídicas que eran presentadas en el cabildo. Dentro de esta clase se logra destacar a dos de los más cultos de la sociedad para ese momento como lo eran: José Baquíjano y José Hipólito Unanue.
La sociedad oprimida
Si bien, José Hipólito y José Baquíjano, se encargaban de abogar por la libertad y la independencia, no tenían ningún tipo de problema mayor al expresar su forma de pensar. De hecho, contaban con representación política dentro del cabildo.
Muy diferente de lo que sucedía con la sociedad oprimida, la cual estaba compuesta por los indígenas quienes no contaban con ningún tipo de apoyo y representación dentro del cabildo. Aunque siempre buscaron el apoyo de los criollos aristócratas y liberales, estos dejaron claro que, no los representarían.
La crisis
Perú se había convertido en una de las naciones más prósperas, sin embargo, la gloria del éxito no duro mucho tiempo. Esto se debe a que la economía peruana sufrió una de las peores crisis de la época. Ya no contaba con la exclusividad que España le otorgaba, por lo que su economía fue decayendo, aún más cuando Chile y Buenos Aires lograron tener una mayor libertad económica.
Para 1812, el gobierno español decidió abolir por completo el tributo de indio y mita, esto buscaba una solución para la crisis económica. No obstante, con la llegada del virrey Joaquín de la Pezuela, todas las medidas liberales fueron eliminadas, y la presión por parte del gobierno español se sintió más.
La independencia
Esta estuvo a manos de un extranjero, José de San Martín, un líder pacifista en todo su esplendor, quien buscaba la libertad de todo el continente. Aunque llegó a territorio peruano y lo libertó, no obtuvo el apoyo necesario para quedarse. Por eso, pidió apoyo militar a Simón Bolívar y fue este quien se encargó de batallar las últimas guerras contra los españoles en el continente.
Ambos hicieron un gran equipo, ya que se encargaron de expulsar a los españoles, confiscar los bienes y eliminar por completo aquellas leyes que solo desprestigiaban al pueblo. Para 1821, más precisamente, el 28 de julio de ese año; se proclamó la independencia del Perú, pero para 1824 se logró despojar a todo el continente de los españoles, luego de la batalla de Ayacucho, la que dio fin a la dominación española, y a la libertad.