Así se transforman los residuos textiles en materiales de alta calidad

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La industria textil es una de las más contaminantes del mundo, tanto por el consumo de recursos naturales como por la generación de residuos. Según la Fundación Ellen MacArthur, cada año se producen 100.000 millones de prendas en el mundo, de las cuales solo el 15% se reciclan. El resto acaba en vertederos o incineradoras, emitiendo gases de efecto invernadero y contribuyendo al cambio climático.

Ante esta situación, el reciclaje textil se presenta como una solución para reducir el impacto ambiental de la moda y promover la transición hacia un modelo circular, en el que los materiales se mantienen en el ciclo productivo el mayor tiempo posible, evitando su extracción de la naturaleza y su eliminación como residuos.

El reciclaje textil consiste en transformar los tejidos que ya no se usan o que son desechos de producción en nuevas fibras, hilos o tejidos, que pueden utilizarse para confeccionar nuevas prendas o productos. De esta forma, se ahorran materias primas, agua, energía, productos químicos y se evitan las emisiones de CO2.

Tipos de reciclaje textil

Existen dos tipos principales de reciclaje textil, según el proceso que se utilice para recuperar las fibras de los tejidos: el reciclaje mecánico y el reciclaje químico.

  • El reciclaje mecánico es el más antiguo y el más extendido. Consiste en triturar los tejidos en pequeños trozos y separar las fibras mediante un proceso de cardado. Las fibras resultantes se mezclan con otras fibras vírgenes o recicladas para crear nuevos hilos, que se pueden teñir o estampar. Este tipo de reciclaje es más económico y ecológico, pero tiene algunas limitaciones, como la pérdida de calidad y longitud de las fibras, la dificultad para separar las mezclas de fibras y la dependencia de la disponibilidad y la calidad de los residuos textiles.
  • El reciclaje químico es el más innovador y el más prometedor. Consiste en disolver los tejidos en un solvente químico y regenerar las fibras mediante un proceso de extrusión. Las fibras resultantes tienen la misma calidad y longitud que las fibras vírgenes, y se pueden mezclar con otras fibras o crear nuevos tejidos. Este tipo de reciclaje permite reciclar las mezclas de fibras y obtener fibras de alta calidad, pero tiene algunos inconvenientes, como el alto coste y el consumo de energía, el uso de productos químicos y la necesidad de desarrollar tecnologías más eficientes y escalables.

Ejemplos de reciclaje textil

En la actualidad, existen varias empresas y proyectos que se dedican al reciclaje textil, tanto mecánico como químico, y que ofrecen soluciones innovadoras y sostenibles para la industria de la moda. Algunos ejemplos son:

  • Recover™: es una empresa española pionera en el reciclaje mecánico de algodón, que produce fibras de algodón reciclado de alta calidad a partir de residuos textiles. Su proceso de reciclaje ahorra un 99% de agua, un 40% de energía y un 80% de emisiones de CO2 en comparación con el algodón convencional. Sus fibras se utilizan para fabricar hilos, tejidos y prendas para marcas de moda sostenible.
  • Infinited Fiber Company: es una empresa finlandesa que ha desarrollado una tecnología patentada de reciclaje químico de algodón, que convierte los residuos textiles en fibras de celulosa regenerada, que tienen la misma apariencia y tacto que el algodón. Su proceso de reciclaje es circular, ya que el solvente químico se recupera y se reutiliza, y no genera residuos ni emisiones. Sus fibras se utilizan para producir prendas para toda la industria de la moda, desde las marcas más populares hasta las de gama alta.
  • Resyntex: es un proyecto europeo que tiene como objetivo desarrollar una planta piloto de reciclaje químico de mezclas de fibras, como el algodón-poliéster, que son difíciles de reciclar por otros métodos. Su proceso de reciclaje utiliza enzimas y microorganismos para separar las fibras y obtener materias primas secundarias para la industria química y la textil, como monómeros, polímeros, ácidos orgánicos y biogás. Su planta piloto está situada en Eslovenia y tiene una capacidad de reciclaje de 500 kg de residuos textiles al día.

En conclusión, el reciclaje textil es una forma de transformar los residuos textiles en materiales de alta calidad, que pueden utilizarse para crear nuevos productos y prendas. El reciclaje textil contribuye a reducir el impacto ambiental de la industria textil y a promover la economía circular, que busca minimizar el desperdicio y maximizar el valor de los materiales. El reciclaje textil se puede realizar mediante procesos mecánicos o químicos, que tienen ventajas e inconvenientes, y que requieren de innovación y desarrollo para mejorar su eficiencia y escalabilidad. El reciclaje textil es una oportunidad para la industria de la moda, que puede ofrecer productos más sostenibles y de calidad a los consumidores.

 

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