Esta Navidad, sorprende a tus invitados con deliciosos macaroons
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Los macaroons son unos pastelitos redondos, crujientes por fuera y blandos por dentro, que se elaboran con una masa de almendras, azúcar y claras de huevo. Se rellenan con cremas, mermeladas o chocolates de diferentes sabores y se presentan en una variedad de colores que los hacen muy atractivos y apetecibles. Son un dulce típico de la repostería francesa, pero también se han popularizado en otras partes del mundo por su sabor delicado y su aspecto elegante.
Si quieres sorprender a tus invitados esta Navidad con un postre original, bonito y delicioso, te proponemos que prepares unos macaroons caseros siguiendo estos consejos y recetas que te mostramos a continuación. Verás que no es tan difícil como parece y que el resultado merece la pena. Además, podrás personalizarlos con los sabores y colores que más te gusten y adaptarlos a las preferencias de tus comensales.
Consejos para hacer unos macaroons perfectos
Antes de ponerte manos a la obra, debes tener en cuenta algunos consejos que te ayudarán a conseguir unos macaroons perfectos:
- Elige ingredientes de calidad, especialmente la harina de almendras, que debe ser fina y sin piel. Puedes comprarla ya molida o hacerla tú mismo triturando las almendras con un procesador de alimentos o una batidora potente. También puedes tamizarla para eliminar los grumos y obtener una textura más suave.
- Separa las claras de los huevos con antelación y déjalas reposar en la nevera durante uno o dos días, tapadas con papel film y con unos agujeros. Así perderán humedad y se montarán mejor. Recuerda sacarlas unas horas antes de usarlas para que estén a temperatura ambiente.
- Usa un termómetro de cocina para controlar la temperatura del almíbar que se usa para hacer el merengue italiano, que es el más adecuado para los macaroons. Debe alcanzar los 118ºC sin pasarse, para que el merengue quede firme y brillante.
- Añade el colorante y el aroma que prefieras al merengue, antes de mezclarlo con la harina de almendras y el azúcar glas. Es mejor usar colorantes en gel, pasta o polvo, que no alteren la consistencia de la masa. Los aromas pueden ser naturales, como vainilla, limón o café, o artificiales, como fresa, pistacho o lavanda.
- Mezcla el merengue con la harina de almendras y el azúcar glas con una espátula, haciendo movimientos envolventes y suaves, hasta obtener una masa homogénea y ligeramente fluida, que forme un cordón al caer desde la espátula. No mezcles demasiado ni demasiado poco, para que los macaroons no se queden huecos ni se agrieten al hornearse.
- Usa una manga pastelera con una boquilla redonda para formar los macaroons sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal o un tapete de silicona. Deja un espacio entre ellos, porque se expandirán al cocerse. Golpea suavemente la bandeja sobre la mesa para eliminar las burbujas de aire y alisar la superficie de los macaroons.
- Deja secar los macaroons a temperatura ambiente durante unos 30 minutos, hasta que se forme una capa seca al tacto sobre ellos. Así se conseguirá el pie, que es el borde rugoso que caracteriza a los macaroons. Mientras tanto, precalienta el horno a 150ºC con calor arriba y abajo.
- Hornea los macaroons durante unos 12 minutos, vigilando que no se doren ni se quemen. Puedes abrir el horno a mitad de cocción para dejar salir el vapor y evitar que se agrieten. Deja que se enfríen completamente sobre una rejilla antes de despegarlos del papel o del tapete.
- Rellena los macaroons con la crema, la mermelada o el chocolate que más te guste, emparejando dos tapas del mismo tamaño y presionando ligeramente para que se peguen. Puedes usar una manga pastelera o una cuchara para poner el relleno. Guarda los macaroons rellenos en un recipiente hermético en la nevera hasta que los vayas a servir. Estarán más ricos si los dejas reposar unas horas o incluso un día, para que se asienten los sabores y se humedezcan las tapas.
¿Te parece difícil? Realmente no lo es, pero siempre tienes la posibilidad de, si no te atreves a prepararlos tu mismos, a comprarlos en Crea Tu Sabor, donde hay de todos los sabores.
Recetas de macaroons de diferentes sabores
Ahora que ya sabes los consejos para hacer unos macaroons perfectos, te proponemos algunas recetas de diferentes sabores para que elijas la que más te guste o te animes a probarlas todas. Recuerda que puedes variar el color, el aroma y el relleno según tu gusto y creatividad.
Macaroons de chocolate
Los macaroons de chocolate son unos de los más clásicos y deliciosos que existen. Tienen un intenso sabor a cacao y se rellenan con una ganache de chocolate negro, que les aporta una textura cremosa y un contraste de dulzor.
Para hacerlos, necesitas los siguientes ingredientes:
- 150 g de harina de almendras
- 150 g de azúcar glas
- 25 g de cacao en polvo sin azúcar
- 110 g de claras de huevo (unas 4 claras)
- 150 g de azúcar
- 50 ml de agua
- Colorante marrón en gel, pasta o polvo (opcional)
Para el relleno:
- 150 g de chocolate negro troceado
- 100 ml de nata líquida para montar
- 25 g de mantequilla
El procedimiento es el siguiente:
- Tamiza la harina de almendras, el azúcar glas y el cacao en polvo en un bol y reserva.
- Pon el azúcar y el agua en un cazo a fuego medio y deja que se forme un almíbar sin remover, hasta que alcance los 118ºC. Mientras tanto, bate la mitad de las claras con una pizca de sal a punto de nieve con una batidora de varillas. Cuando el almíbar esté listo, viértelo poco a poco sobre las claras sin dejar de batir, hasta obtener un merengue firme y brillante. Añade el colorante marrón si quieres intensificar el color de los macaroons y mezcla bien.
- Añade el resto de las claras al bol con la harina de almendras, el azúcar glas y el cacao y mezcla con una espátula hasta obtener una pasta homogénea. Incorpora el merengue poco a poco, con movimientos envolventes, hasta conseguir una masa lisa y fluida.
- Pon la masa en una manga pastelera con una boquilla redonda y forma los macaroons sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal o un tapete de silicona, dejando unos 3 cm de separación entre ellos. Golpea la bandeja sobre la mesa para eliminar las burbujas de aire y alisar la superficie de los macaroons. Deja que se sequen a temperatura ambiente durante unos 30 minutos, hasta que se forme una capa seca al tacto sobre ellos.
- Precalienta el horno a 150ºC con calor arriba y abajo y hornea los macaroons durante unos 12 minutos, abriendo el horno a mitad de cocción para dejar salir el vapor. Deja que se enfríen completamente sobre una rejilla antes de despegarlos del papel o del tapete.
- Para hacer el relleno, pon el chocolate troceado en un bol y calienta la nata en un cazo hasta que hierva. Vierte la nata sobre el chocolate y deja que se funda sin remover durante un minuto. Añade la mantequilla y mezcla con una espátula hasta obtener una crema lisa y brillante. Deja que se enfríe y se espese un poco a temperatura ambiente o en la nevera.
- Rellena los macaroons con la ganache de chocolate, emparejando dos tapas del mismo tamaño y presionando ligeramente para que se peguen. Guarda los macaroons rellenos en un recipiente hermético en la nevera hasta que los vayas a servir.
Macaroons de vainilla
Los macaroons de vainilla son unos de los más sencillos y deliciosos que existen. Tienen un sabor suave y aromático a vainilla y se rellenan con una crema pastelera de vainilla, que les aporta una textura cremosa y un contraste de dulzor.
Para hacerlos, necesitas los siguientes ingredientes:
- 150 g de harina de almendras
- 150 g de azúcar glas
- 110 g de claras de huevo (unas 4 claras)
- 150 g de azúcar
- 50 ml de agua
- Colorante amarillo en gel, pasta o polvo (opcional)
- Esencia o extracto de vainilla
Para el relleno:
- 250 ml de leche
- 2 yemas de huevo
- 50 g de azúcar
- 25 g de maicena
- 1 vaina de vainilla o una cucharadita de esencia o extracto de vainilla
El procedimiento es el siguiente:
- Tamiza la harina de almendras y el azúcar glas en un bol y reserva.
- Pon el azúcar y el agua en un cazo a fuego medio y deja que se forme un almíbar sin remover, hasta que alcance los 118ºC. Mientras tanto, bate la mitad de las claras con una pizca de sal a punto de nieve con una batidora de varillas. Cuando el almíbar esté listo, viértelo poco a poco sobre las claras sin dejar de batir, hasta obtener un merengue firme y brillante. Añade el colorante amarillo si quieres darle un tono más vivo a los macaroons y unas gotas de esencia o extracto de vainilla y mezcla bien.
- Añade el resto de las claras al bol con la harina de almendras y el azúcar glas y mezcla con una espátula hasta obtener una pasta homogénea. Incorpora el merengue poco a poco, con movimientos envolventes, hasta conseguir una masa lisa y fluida.
- Pon la masa en una manga pastelera con una boquilla redonda y forma los macaroons sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal o un tapete de silicona, dejando unos 3 cm de separación entre ellos. Golpea la bandeja sobre la mesa para eliminar las burbujas de aire y alisar la superficie de los macaroons. Deja que se sequen a temperatura ambiente durante unos 30 minutos, hasta que se forme una capa seca al tacto sobre ellos.
- Precalienta el horno a 150ºC con calor arriba y abajo y hornea los macaroons durante unos 12 minutos, abriendo el horno a mitad de cocción para dejar salir el vapor. Deja que se enfríen completamente sobre una rejilla antes de despegarlos del papel o del tapete.
- Para hacer el relleno, pon la leche en un cazo a fuego medio y añade la vaina de vainilla abierta y raspada o la esencia o extracto de vainilla. Lleva a ebullición y retira del fuego. En un bol, bate las yemas con el azúcar y la maicena hasta obtener una crema lisa y sin grumos. Vierte la leche caliente sobre la crema, poco a poco y sin dejar de batir, y vuelve a poner la mezcla en el cazo a fuego medio. Cocina sin dejar de remover hasta que espese y tenga una consistencia de natillas. Pasa la crema a un bol y cubre con papel film a contacto para que no se forme costra. Deja que se enfríe a temperatura ambiente o en la nevera.
- Rellena los macaroons con la crema pastelera de vainilla, emparejando dos tapas del mismo tamaño y presionando ligeramente para que se peguen. Guarda los macaroons rellenos en un recipiente hermético en la nevera hasta que los vayas a servir.