Cada día visitamos distintos sitios web, pero pocas veces nos paramos a pensar en cuál es el proceso que hay detrás de cada propuesta. Lo explicamos a continuación.

Registro de dominio, alojamiento web y diseño

Para crear una página web hay que contratar los servicios de una empresa que ofrezca tres servicios imprescindibles. El primero es el registro del nombre o dominio web. Debe ser una palabra fácil de recordar y escribir que debería ir acompañada de una de las extensiones temáticas más actuales (como «.game» o «.travel»). El segundo es disponer de un alojamiento web en la nube que aporte rapidez, el sitio debe cargarse antes de tres segundos, y facilidad de descarga de una copia de seguridad en caso de ciberataque. Y el tercero es disponer de la opción del diseño web basado en la inteligencia artificial. Es la mejor manera de distinguirse de la competencia y de no caer en el error de emplear plantillas estándar que lastran la diferenciación. A lo anterior se le debe añadir un servicio de atención al cliente que permita que el usuario tenga siempre a un agente disponible para guiarle durante todo el proceso.

Contenidos, SEO y adaptabilidad

Una vez que se cuenta con el diseño y con el alojamiento web, llega el momento de poner en práctica otras recomendaciones para mejorar el sitio web. La principal es una estrategia de contenidos de calidad con enlaces a otros sitios con cierta autoridad. Cuanto mejores sean los textos, más opciones habrá de que un buscador los considere la mejor respuesta posible a una consulta. No hay que obviar la importancia de actualizarlos periódicamente para conseguir que el buscador entienda que el sitio web sigue activo.

Respecto al SEO, no vamos a obviar que novedades como el Chat GTP han provocado que muchas personas prefieran preguntarle a esta herramienta de inteligencia artificial cualquier duda en lugar de realizar una búsqueda tradicional. Por ello, hay que perfilar las palabras clave que llevan a una persona a una web añadiéndoles etiquetas a las imágenes (lo que favorece las búsquedas a través de Google Lens) y también incorporando preguntas o frases que un usuario podría formularse o redactar. Se trata de confirmar que la inteligencia artificial es muy útil, pero que los contenidos redactados a conciencia ofrecen respuestas más adecuadas.

La adaptabilidad es la consecuencia directa del auge del tráfico desde los teléfonos móviles. Un 85 % del tráfico total de Internet procede de dispositivos móviles. O se cuenta con un diseño adaptativo o será imposible ganarles la partida a los competidores más directos. Por lo tanto, detrás de un sitio web hay siempre una empresa que ofrece todos los servicios comentados, un esfuerzo continuado por generar contenidos y una renovación permanente de su estructura para conseguir que los buscadores no dejen de indexarlo. Disponer de una compañía que ayude a facilitar todo el proceso resulta fundamental para que sea mucho más fácil visitar un sitio web y repasar su oferta o leer alguno de los contenidos especializados en un nicho de mercado específico.