La diatermia es una técnica terapéutica que utiliza corrientes electromagnéticas de alta frecuencia para generar calor en los tejidos profundos del cuerpo. Esta técnica se basa en la conversión de energía electromagnética en energía térmica a nivel celular, lo que provoca un aumento de la temperatura en las áreas tratadas.

La diatermia se utiliza en el campo de la fisioterapia, la estética y la prevención deportiva, ya que tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar de las personas.

¿Cómo funciona la diatermia?

La diatermia funciona mediante la aplicación de electrodos sobre la superficie de la piel o en contacto directo con ella, dependiendo de la modalidad que se utilice. Estos electrodos emiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia que penetran en los tejidos y producen un efecto de calentamiento por fricción molecular. El calor generado por la diatermia estimula la circulación sanguínea, el metabolismo celular, la regeneración tisular y la relajación muscular, entre otros efectos.

¿Qué tipos de diatermia existen?

La diatermia se puede clasificar en diferentes tipos según la forma de aplicar el calor y la profundidad que se alcance. Los tipos más comunes de diatermia son:

• Diatermia capacitiva: se utiliza un electrodo capacitivo que se coloca sobre la piel en la zona a tratar. El calor se genera en los tejidos superficiales, como la piel, el tejido subcutáneo y los músculos. Esta modalidad es adecuada para tratar afecciones musculares, articulares y cutáneas, así como para mejorar la elasticidad y el aspecto de la piel.
• Diatermia resistiva: se emplea un electrodo resistivo que se coloca en contacto directo con la piel en el área de tratamiento. El calor se genera en los tejidos profundos, como los tendones, los ligamentos, las articulaciones y el hueso. Esta modalidad es eficaz para tratar lesiones musculares y articulares más profundas, así como para estimular la producción de colágeno y la densidad ósea.
• Diatermia por microondas: se utiliza una antena que emite microondas de alta frecuencia que calientan los tejidos de manera uniforme. El calor se distribuye por todo el cuerpo, sin importar la profundidad o la forma de los tejidos. Esta modalidad es efectiva para tratar lesiones musculares y articulares, así como para aliviar el dolor crónico y la inflamación.
• Diatermia pulsátil: se utiliza una corriente de alta frecuencia que se emite de forma intermitente, en lugar de continua. Esto permite un control más preciso de la temperatura y la duración del tratamiento. Esta modalidad se utiliza en situaciones en las que se requiere una aplicación controlada de calor, como la estimulación del colágeno, la rehabilitación de lesiones específicas o la prevención de efectos secundarios.

¿Qué beneficios tiene la diatermia?

La diatermia tiene numerosos beneficios para la salud y el bienestar de las personas, tanto a nivel físico como psicológico. Algunos de estos beneficios son:

• Alivio del dolor: el calor generado por la diatermia reduce la sensibilidad de los receptores del dolor, bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos y libera endorfinas, que son sustancias analgésicas naturales. Además, el calor relaja la musculatura y disminuye la rigidez articular, lo que mejora la movilidad y la funcionalidad.
• Reducción de la inflamación: el calor aumenta el flujo sanguíneo y el drenaje linfático, lo que favorece la eliminación de sustancias inflamatorias y la reparación de los tejidos dañados. Así, se reduce el edema, el enrojecimiento y la sensación de calor en la zona afectada.
• Aceleración de la cicatrización: el calor estimula el metabolismo celular, la síntesis de proteínas y la proliferación de fibroblastos, que son las células responsables de la formación de tejido conectivo. Esto acelera el proceso de cicatrización de las heridas, las úlceras y las quemaduras, y mejora la calidad y la elasticidad de la piel.
• Prevención de lesiones: el calor aumenta la elasticidad y la resistencia de los tejidos, lo que previene la aparición de lesiones por sobrecarga, estrés o traumatismos. Además, el calor mejora la oxigenación y la nutrición de los tejidos, lo que previene la degeneración y el envejecimiento prematuro de los mismos.
• Mejora del estado de ánimo: el calor produce una sensación de bienestar, relajación y confort, lo que reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, el calor mejora la calidad del sueño, la autoestima y la confianza en uno mismo.

¿Cómo se combina la diatermia con los tratamientos de fisioterapia?

La diatermia es una técnica complementaria a los tratamientos de fisioterapia, ya que potencia sus efectos y acorta los tiempos de recuperación. La diatermia se puede combinar con otras técnicas como la masoterapia, la terapia manual, la electroterapia, la hidroterapia, la cinesiterapia o la punción seca, entre otras. La combinación de la diatermia con los tratamientos de fisioterapia se realiza de forma personalizada, según las necesidades y los objetivos de cada paciente. La diatermia se puede aplicar antes, durante o después de las sesiones de fisioterapia, dependiendo del efecto que se busque. Por ejemplo, la diatermia se puede aplicar antes de la terapia manual para preparar los tejidos y facilitar la movilización, durante la masoterapia para potenciar el efecto relajante y antiinflamatorio, o después de la electroterapia para prolongar el efecto analgésico.

¿Qué precauciones hay que tener en cuenta al usar la diatermia?

La diatermia es una técnica segura y eficaz, siempre que se realice por un profesional cualificado y se sigan las indicaciones y las contraindicaciones. Algunas de las precauciones que hay que tener en cuenta al usar la diatermia son:

• No aplicar la diatermia sobre zonas con implantes metálicos, marcapasos, desfibriladores o bombas de infusión, ya que pueden interferir con el funcionamiento de los mismos o provocar quemaduras.
• No aplicar la diatermia sobre zonas con tumores, infecciones, hemorragias, trombosis o embarazo, ya que pueden agravar la situación o causar complicaciones.
• No aplicar la diatermia sobre zonas con alteraciones de la sensibilidad, como la diabetes o la neuropatía, ya que pueden no percibir el calor o sufrir quemaduras.
• No aplicar la diatermia sobre zonas con heridas abiertas, prótesis, piercings o tatuajes, ya que pueden irritar la piel o causar infecciones.
• No aplicar la diatermia sobre zonas con crema, gel, aceite o sudor, ya que pueden reducir la conductividad o provocar quemaduras.