Sayri Túpac
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En la historia del Perú no solo existen personalidades famosas y que participaron activamente en el proceso del progreso del país, sino personas que, desde mucho antes, tuvieron un rol muy importante. Sayri Túpac, el segundo de los incas Vilcabamba fue uno de estos personajes históricos que, debido a todo lo que hicieron en sus vidas, se llevaron un puesto muy alto entre los más venerados. Es por ello que nunca se debe omitir.
¿Quién fue Sayri Túpac?
Sayri Túpac fue hijo de Manco Inca, sin embargo, era todavía un menor de edad cuando su padre fue asesinado por los almagrista durante el año 1545. Una vez ocurrido esto, el poder lo asumió por Atoq Supa que, aunque no se tienen pruebas reales, se cree que fue familiar de Sayri Túpac. Fue él quién mantuvo la estrategia de continuar atacando a los españoles con ataques esporádicos con tropas que oscilaban entre Cuzco y Lima.
Durante el año 1548, cuando la rebelión de Gonzalo Pizarro fue eliminada por completo, el licenciado Pedro de la Gasca quiso negociar con Sayri Túpac, para que pudiera salir en paz del refugio. La misión fue designada a su tío Paullu Inca, porque, siendo su familiar, se creía que sería más fácil convencerlo. Sin embargo, las negociaciones se vieron interrumpidas, por lo que la Gasca mandó una carta al rey lamentándose por ello.
Lamentablemente, todo el proceso era complicado y Sayri Túpac todavía no se encontraba en posición de aceptar ninguna de las negociaciones que propusieran los españoles. La guerra continuaba y las batallas continuaban siendo constantes. Era un común denominador intentar evitar el paso de las tropas españolas a diferentes puntos de Perú.
Misión española para un acuerdo con Sayri Túpac
Luego del fracaso que tuvo Pedro de la Gasca con las negociaciones con Sayri Túpac, el Virrey Andrés Hurtado de Mendoza sería el responsable de emprender nuevamente estas operaciones. La idea era llegar a un acuerdo para que el joven finalmente saliera de su refugio. Estas gestiones comenzaron durante el año 1550 y continuaron hasta el año 1556.
Para poder lograr su cometido, Mendoza formó una comisión que involucraba a Juan de Betanzos, que estaba casado con Angelina Yupanqui, hija de Huayna Cápac, Juan Bautista Muño, el fray Melchor de los Reyes y el mestizo Juan Sierra. Estos fueron enviados a negociar con Sayri Túpac. Debido a diversos inconvenientes, no pudieron entrar a Vilcabamba por el río Apurímac, por lo que tuvieron que entrar por el puente Chuquichaca.
Sin embargo, Sayri Túpac no confiaba en la comisión enviada, por lo que envió a dos de sus capitanes para negociar su salida de Vilcabamba hacia Lima. Los capitanes enviados recibieron un excelente trato, siendo alojado en diferentes puntos lujosos y provistos de la mejor de las atenciones. El virrey ofreció proporcionarle a Sayri Túpac mil castellanos, más el solar encima de la fortaleza de Cuzco para construir una casa donde viviera con sus hijos.
Cuando Juan Sierra retornó con los capitanes enviados para las negociaciones, se encontró con que Sayri Túpac finalmente había asumido el poder y finalmente, Atoq Supa se lo había dejado por completo. Inmediatamente conoció las condiciones, aceptó el ofrecimiento del virrey y aclaró que no había acudido por temor, sino porque sus guacas le habían ordenado que procediera de cierta manera.
Durante el año 1557, finalmente dejó por completo a Vilcabamba junto con su esposa y una multitud de 300 personas. Pero durante el año siguiente, finalmente llegó a Lima, donde fue el centro de atención y de diferentes juegos de caña en su honor, siendo recibido con grandes actos de veneración.
Retorno de Sayri Túpac a Cuzco
Luego de todo este proceso, Sayri Túpac finalmente retornó a Cuzco junto con su esposa y comenzó a vivir en el palacio de Yucay. Por petición de la corona, aceptó bautizarse en el cristianismo, siendo llamado con el nombre de Diego Mendoza y su esposa como María Manrique. Aunque fue un símbolo de lealtad a la colonia, los incas que se quedaron en Vilcabamba lo consideraron como un acto de traición a toda la nación.
A partir de ese momento, muchos comenzaron a odiarlo e incluso, su hermano Titu Cusí Haullpa se ciñó la mascaipacha, que era precisamente lo que les otorgaba a las personas el título de gobernador del Cuzco. A partir de este momento, comenzaron a surgir muchos problemas entre aquellos que apoyaban a Sayri Túpac y aquellos que lo despreciaban por lo que había hecho, aceptando las atenciones de los conquistadores.
La muerte de Sayri Túpac
Actualmente, los historiadores no logran ponerse de acuerdo en los sucesos que llevaron a cabo la muerte de Sayri Túpac. Esto se debe a que hay una brutal desinformación en los hechos, pues no existen demasiadas pruebas de ello. Algunos dicen que el hombre fue asesinado por los españoles, mientras que otros afirman vehementemente que fue obra de los mismos incas de Vilcabamba que, al sentirse traicionados, lo asesinaron.
Su hermano Titu Cusí Yapanqui afirmó que, bajo la instrucción de Juan de Betanzos fue desde Cuzco con un notario para que le notificara que su hermano había sucumbido ante una muerte natural.
Sin embargo, más tarde se le acusó a un indio cañari conocido como Francisco Chillchi. Se dijo que este hombre había envenenado a Sayri Túpac con diferentes hierbas, por lo que se le mantuvo detenido por un largo período de tiempo. Pero, lamentablemente, nunca se pudo comprobar nada concreto.
Más tarde, después de algunos años de la muerte de Sayri Túpac, los generales incas Yamqui Mayta y Rimachi Yupanqui aseguraron que este nunca había sido heredero de Manco Inca, por lo que no se merecía el trono, ni el poder, como se había asegurado en ese tiempo.
No obstante, la creencia más vigente que hasta ahora se cree que es cierta es la de que Sayri Túpac fue asesinado por rebeldes incas que no querían que Vilcabamba fuera atacada por los coloniales. La muerte del hombre habría evitado esto.
En definitiva, existen muchas teorías, pero esta historia siempre quedará marcada en los antecedentes de Perú. Uno de los primeros incas en aceptar a los coloniales en tierras peruanas.